jueves, 13 de enero de 2011

Adelanto III: Post-scriptum sobre las intervenciones y las investigaciones extradisciplinarias

por Matías Barreto




Allí donde un sastre remendaría su tela, donde un calculista hábil corregiría sus errores,
donde el artista retocaría su  obra maestra todavía imperfecta,
la naturaleza prefiere volver a empezar desde la arcilla, desde el caos,
y ese derroche es lo que llamamos el orden de las cosas.
Marguerite Yourcenar, Memorias de Adriano

Los hombres incesantemente se fabrican un paraguas que les resguarda,
en cuya parte inferior trazan un firmamento y escriben sus convenciones, sus opiniones;
pero el poeta, el artista, practica un corte en el paraguas, rasga el propio firmamento,
para dar entrada a un poco de caos libre y ventoso (...)
Lawrence, El caos en la poesía

El mundo, de un punto a otro, esta envuelto en las mismas imágenes, sonidos, informaciones, ritmos. El capitalismo, hoy, hace del mercado un lugar semiótico, es decir, el lugar en el que se encuentran signos y expectativas de sentido, deseos y proyecciones. El mercado construye y disemina (apoyado en la red y su velocidad) atractores de deseo a partir de la proyección  de formas de vida.

Hacer clínica es posibilitar el advenimiento de lo nuevo. Para ello, son necesarios diagnósticos que hagan visibles las fuerzas que intervienen en el devenir: urge la necesidad de detectar las fuerzas que nos posibilitan el alejamiento de la subjetividad zombie fabricada por el capitalismo en su fase cognitiva.

Cuando señalamos, anteriormente, que por el espacio del laboratorio Datos pasaban los flujos del mundo, nos referíamos a que se hacían presente los elementos que componen a la subjetividad zombie contemporánea y los elementos de la “ideología felicista” que intentan refrenar las potencias de acción de las personas; sin embargo, estos flujos eran invocados para establecer un combate cuerpo a cuerpo. El laboratorio es lo que permite recomponer, filtrar, experimentar; o, en otras palabras, separar aquellos elementos que constituyen la subjetividad de comunidades zombies (sometidas al poder) de los elementos que pueden dar lucha, combate y, sobre todo, activar las potencias de construcción de otros mundos posibles. Por esta razón hablamos de inestetica, puesto que la estética es una reducción hegeliana, de las sensaciones experimentadas por los cuerpo, al pensamiento. La inestetica del laboratorio nos sumerge en el devenir mismo: en el caos, en un mar de indistinciones.

Los diagnósticos, en un contexto de experimentación, no son posibles en soledad ni desde una sola perspectiva. Aquí se hace necesaria la investigación exradisciplinaria con su nomadismo declarado: es necesario salirse, por ejemplo, de las artes e ir a las matemáticas para preguntarse ¿Qué pueden darle las matemáticas a las artes? Las colaboraciones extradisciplinarias exploran modos de solidaridad que llevan a las ganancias infinitas. Este tipo de investigación, sin duda, puede complementarse con lo que Helga Nowotny llama “investigación en modo 2”, refiriendo a los problemas que se formulan “desde el principio en el contexto de un dialogo entre numerosos actores con sus perspectivas”, donde la resolución del problema depende la conversación entre varios interesados. De esta manera, el laboratorio no debe ser imaginado como un gueto, sino como un “foro o plataforma” para el intercambio de conocimientos a través de actores y poblaciones heterogéneas (Nowotny, 2006).

Construir, colectivamente, diagnósticos del presente nos ayudan a intervenir sobre las fuerzas que imposibilitan y posibilitan acciones. Detrás de toda intervención que merezca dicho nombre, subyace la pregunta spinoziana “¿Qué es lo que puede un cuerpo?”

Pero, no solo se trata de construir diagnósticos, sino de hacer unas memorias de las practicas que puedan ser compartidas; unas memorias que hablen de los éxitos, las invenciones, los fracasos, los deseos de los grupos (Vercauteren, Crabbé, Müller: 2010).

Si los Sex Pistols cantaban “No future” y los Redondos que “el futuro llego hace rato”, nosotros elegimos soltar el tiempo (abandonar las categorías de pasado/presente/futuro -devenir intempestivos) y hacer diagnósticos para intervenir sobre el devenir, para posibilitar la construcción de otros territorios subjetivos. 

Apenas hace falta un movimiento para agrietar la porcelana. Aquí estamos: sobre el vacío, sobre una grieta, nadando en la experiencia disolutoria del caos. De allí los artistas, científicos, filósofos y bárbaros, tomamos en nuestras manos, por un instante, un poquito de él para modelarlo y traer algo nuevo al mundo.

martes, 11 de enero de 2011

Adelanto II

Llegados al ultimo teórico de Rediseñar 2010, los no-alumos encontraron un espacio diferente al transitado durante la cursada: varios frentes; paredes intervenidas; sillas dispuestas de modo que en medio quedara un espacio amplio para distintas acciones. El espacio habilitaba nuevas y desacostumbradas circulaciones de intensidades y afectos, al interior de la institución universitaria.

Este espacio, en donde sucedía la acción, era un espacio de contagio a través del cual se hacían atravesar los flujos del mundo; el espacio vacío se abría performativamente a lo que Jenkins llama “convergencia cultural”; al mismo tiempo que sus actores, los bárbaros, comienzan a llenarlo de afecciones. Digamos que es por la acción de los bárbaros (que van contra el presente, librando del peso de La Historia, las tradiciones, del “debe ser”) que este espacio es festivo; y es por las afecciones festivas (alegres) que se pierde el miedo a desbaratar las categorías que impiden el advenimiento de lo nuevo. Bergson define las afecciones como “una tendencia motriz sobre un nervio sensible”, es decir, siempre que hablamos de afecciones nos estamos refiriendo al cuerpo vibrátil, a las cosas que afectan nuestros cuerpos. La potencia de la creación esta ligada a la vida, por eso los bárbaros son agentes de cambio que experimentan-viven y luego piensan; es a partir de las acciones que crean nuevas formas de vida.

Adelanto

Así, el dispositivo (de normalización) aula encuentra, a través de las apariencias de una simulación, una linea de fuga y se transforma en un espacio de experimentación donde la conciencia se expande: la institución mortal, muere; nace el laboratorio y su “anti-estetica” que deja ver los rastros del prototipado, del proceso abierto. El laboratorio se inserta en el devenir y acciona sobre él; las lógicas de las sensaciones que se despliegan exhiben las potencialidades, dejan ver los “errores”, los olvidos, las múltiples direcciones posibles de las propuestas; todo es abierto, modificable, intervenible. 

Un aula desfondado y una fuga: ya no hay una inteligencia, sino que se dibuja un arcoiris de múltiples inteligencias; ya no hay docentes y alumnos, sino no-docentes y no-alumnos; el espacio entero se ve atravesado por el deseo, puesto que el laboratorio implica la producción a partir de aquello que nos moviliza. Los flujos vitales del deseo destierran los elementos mortales de la institución arcaica. La maravillosa formula deleuzeana “n-1”, es decir, la necesidad de sustraer lo Uno, los centros, los reyes para generar multiplicación, proliferación de las formas y los contenidos, puede encontrase aquí a partir de lo que denominamos “multiplicación creativa”.

martes, 12 de octubre de 2010

Intervencion, multiplicacion creativa y hemisferio cerebral derecho

Seamos claros y breves: la intervención es, también, biológica; actúa sobre nuestros cuerpos, sobre nuestros órganos.
En una intervención siempre es necesaria, si se quiere trabajar en base a la "multiplicación creativa", la estimulacion lumico-sonora, ya que de esa manera llegamos al hemisferio cerebral derecho, ligado a la creatividad, la intuición, lo estético.

Dejamos un material editado por las amigas-compañeras de DOC2.O ¡Gracias!

viernes, 8 de octubre de 2010

La multiplicacion creativa solo sucede en espacios vacios

El miércoles 6 de octubre en el Instituto de Profesorado CONSUDEC, junto a Carolina Gruffat, Gino Cincolani, el equipo de OidMortales y Los Rastris; Proyecto Magritte desarrollo una propuesta de intervención en las aulas para abrir una linea de fuga hacia la experimentación. Se presento el concepto de "multiplicación creativa", nacido del rizoma deleuzeano.
Aquí, la presentación:


La escena en la era de la perspectiva tactil

El ciberespacio es una nueva forma de perspectiva. 
No coincide con la perspectiva audiovisual que ya conocemos. 
Es una perspectiva completamente nueva, 
libre de cualquier referencia previa: es una perspectiva táctil
 
P. Virilio